Los plastos son orgánulos semi-autónomos delimitados por una membrana, que se encuentran en células eucariotas de plantas, algas y otros organismos autótrofos. Desempeñan un papel en la síntesis y almacenamiento de varios compuestos importantes, como carbohidratos y ácidos grasos. Al igual que las mitocondrias, los plastos están envueltos por una doble membrana. Se proliferan por amitosis, al igual que las bacterias. Contienen moléculas circulares de ADN bicatenario y pueden sintetizar de manera autónoma algunas de las proteínas que requieren.
Basándose en su pigmento y función, los plastos se clasifican en tres tipos: leucoplastos, cloroplastos y cromoplastos. Todos ellos se originan a partir de un orgánulo precursor llamado proplastidio.
Leucoplastos
Los leucoplastos, sin color, se pueden clasificar aún más en tres tipos según su función: amiloplastos, proteinoplastos y elaïoplastos.
Amiloplastos: Estos leucoplastos son responsables de la síntesis y almacenamiento de almidón, un carbohidrato complejo utilizado como reserva de energía a largo plazo en las plantas. Los amiloplastos suelen estar presentes en órganos de almacenamiento como raíces, tubérculos y semillas.
Proteinoplastos: Están involucrados en la síntesis y almacenamiento de proteínas. Los proteinoplastos se encuentran en tejidos ricos en proteínas como semillas, nueces y granos.
Elaïoplastos, oleoplastos o lipoplastos: Son plastos implicados en la síntesis y almacenamiento de lípidos, incluyendo aceites y grasas. Están presentes en tejidos ricos en aceites como semillas y frutas.
Cromoplastos
Los cromoplastos son otro tipo de plasto que se encuentra en las células vegetales. Algunos proplastidios se diferencian en cromoplastos, que son responsables de la síntesis, acumulación y almacenamiento de pigmentos. Los cromoplastos contienen pigmentos especiales conocidos como carotenoides, que dan origen a los colores vibrantes en frutas, flores y raíces. Los cromoplastos pueden desarrollarse directamente a partir de proplastidios o transformarse a partir de cloroplastos. Las frutas requieren grandes cantidades de cloroplastos para sintetizar nutrientes a medida que crecen, lo que les da un color verde. Cuando la fruta madura, los cloroplastos en exceso se transforman en cromoplastos, dándole a la fruta un color amarillo, naranja o rojo.
Los cromoplastos se encuentran principalmente en flores, frutas, hojas y ciertas raíces de plantas, como las zanahorias, que les confieren tonalidades amarillas, naranjas, rojas o púrpuras. Estos carotenoides desempeñan un papel importante en la atracción de polinizadores y en la protección de las plantas contra la luz excesiva y el daño oxidativo. Además, los carotenoides están asociados con varios beneficios para la salud debido a sus propiedades antioxidantes.